lunes, 9 de noviembre de 2009

Pensando en Pequeño



Si yo fuera el diablo, haría que la Iglesia pensara en pequeño. Esta táctica está estrechamente relacionada a aquella de la gente joven frustrada, ya que los jóvenes aún no han descubierto que todo es imposible. Conozco adventistas que pueden dar 110 razones para no realizar casi cualquier cosa que se sugiere. Y ellos usualmente apoyan su argumento con versículos Bíblicos y citas de Elena White fuera de contexto.
Tales apóstoles del negativismo aparentemente nunca han leído Testimonios para la Iglesia (Testimonies for the Church, volumem 6, pag. 476): “Nuevos métodos y nuevos planes florecerán de nuevas circunstancias. Nuevos pensamientos vendrán de nuevos obreros que se entregan a la obra. Ellos recibirán planes desarrollados por El Señor mismo”. Los nuevos obreros a menudo son obreros jóvenes.
Los apóstoles del negativismo necesitan aprender la lección del abejorro. Es aerodinámicamente imposible que los abejorros vuelen, pero ellos no lo saben, así que de cualquier manera ellos lo hacen.
Si yo fuera el diablo, haría que la gente crea que hay solo una forma de hacer las cosas y que todo mundo lo tiene que hacer de esa única manera. Tomemos por ejemplo, la adoración. Hace unos pocos años atrás, en la División Norteamericana hubo tensión acerca de lo que se denominó como adoración de Celebración. Ahora, no sé mucho acerca de la adoración de celebración, pero lo que sí sé es que en el servicio Adventista tradicional puedo quedarme dormido durante la invocación, despertar en la bendición y decirte exactamente que fue lo que sucedió.
La iglesia necesita darse cuenta, como afirmó Elena White, que “no todas las mentes deben ser alcanzadas por los mismos métodos”. Los estilos de adoración, por ejemplo, se relacionan con la clase socioeconómica de una persona. Lo que pudiese alcanzar a alguna comunidad de clase media alta, puede ser que no apele a los Pentecostales o a las Iglesias altas Anglicanas u Ortodoxas o Islámicas. No estoy diciendo que nos hagamos Pentecostales o Islámicos, pero deberíamos tener maneras de alcance que apelen a ellos. El Adventismo no necesita una o dos formas de adoración, sino 50. Otra forma de decirlo es que si cada quien en la iglesia se parece a mi, no estamos teniendo un alcance muy lejano.